Hoy desperté con ganas de escribir, asi que aquí les dejo una historia que talvez muchos conozcan.
Disfruten!
Es una mañana cualquiera en las praderas del safari, los pidgey cantan y los nidoran salen de sus nidos para ser acariciados por los rayos del sol.
A lo lejos se vé a un Kangaskhan que despierta con un amoroso abrazo a su pequeño.
Al mismo tiempo se oye un pequeño ruido entre el pasto, como si algo hurgara por ahí.
La madre corre sin voltear para ver que es lo que la amenaza.
-¡¡Tira,tira!!-
Recien se había levantado.
Al oír un disparo, los tauros corren en todas direcciones para resguardarse, pero uno no.
Aquel Tauros se volvió y contempló la caída, de lo que pudo haber sido una madre.
Tres sujetos se bajarón del pequeño y silencioso auto.
La cría gritaba sin saber lo que pasaba, mientras un tauros furioso llegaba a su rescate.
-Jefe, un Tauros vine hacia acá-
-Suban el Kangaskhan al auto antes de que intente de atacárnos-
Los tres tipos suben el cuerpo y huyen(...)
Tras la huída, el Tauros llega pero ya es tarde.
Los Rocket son atrapados por las autoridades del safari, quienes dicen que los habían dejado invadir el safari para poder atraparlos con las manos en la masa.
El pequeño kangaskhan vivió con su salvador tres días, luego una mañana al despertar...ya no estába. Caminó y caminó hasta llagar al final del safari; ahí encontró un cráneo junto con varios huesos, provablemente éran de un Kangaskhan.
Los llevó consigo, luego cayó la noche y decidió ponerse el cráneo en la cabeza, jurando cobrar venganza...
